Cucú_ Hagamos discursos, dale, dialoguemos del día que se demora.
Dodó_ Coloquiar carcome la cabeza, consume la clarividencia, corroe las convicciones.
Cucú_ Derivemos dialécticamente a la deriva, digámonos dulzuras diminutas, deséemonos a la distancia.
Dodó_ Claro, cualquier cosa conlleva a la calentura, cada camino conduce a la cálida curvatura...
Cucú_ Dodó, tus decires develan deseos dionisíacos doblegados. Domínate o desátate.
Dodó_ ¿Crees que quiero cobijarte? ¿Cubrirte con mi cuerpo candoroso, crepitante? ¿Crees que quiero? Creo que crees... Creo que quiero...
Cucú_ Días, días y días; días y décadas de dimes y diretes disolviendo dudas disolutas, Dodó, desmoronaron mis decires deterministas.
Dodó_ Cuando callas no careces, Cucú, pero comienzas a cantar y claudican las campanas. Quítate el calzado, camíname el corazón colmado de tus quimeras.
(Este texto fue escrito entre 1994 y 1996. Esta es su primera publicación)
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